#DENOVIOSANOVIOS


Un espacio creado con mucho amor, junto a las parejas que me eligieron para el día más importante de sus vidas. Son muchos los sentimientos que corren por su cuerpo al planear una boda. Buscamos que disfruten de esta aventura y que puedan encontrar en otras historias la energía para seguir adelante. No están solos.

La propuesta llegó una noche de abril entre risas y comida española. Después del clásico y romántico "sí, quiero", nos vimos envueltos en un viaje sin fin de cosas para hacer.


Así fue como un día, nos cruzamos con el Instagram de Pauli y sus fotos tan mágicas ante nuestros ojos. Pauli nos gustaba desde la primera foto que vimos y queríamos que sea ella quien nos atesore esos momentos. La conexión fue inmediata desde el primer momento. No solo tuvimos conexión "profesional" sino que entre sonrisas, asombros y anécdotas, descubrimos ser más parecidos de lo que pensábamos.


Nos fuimos de ese café charlando en el auto las mejores opciones donde hacer el preboda: ¡Sería en nuestra casa! Nuestro hogar, nuestro refugio, nuestro lugar de compromiso era lo que queríamos. Somos muy caseros los dos y queríamos fotos de nuestra cotidianidad.


¡Y así fue! Pauli vino a casa y tuvimos nuestros nervios por supuesto. Y ahí estábamos los dos, al principio posando para un lente que hacía ruido y después: ¡fue pura magia! Todo se dió naturalmente. El novio jugaba a la play, la novia cebaba mates y Pauli se escondía atrás de la cortina para hacer una buena toma. Momentos más tarde, le pedimos ir al lugar donde nos pusimos de novios, una laguna muy linda en la casa de uno de nuestros papás. Creemos que no tenemos fotos más lindas que esas!


Cuando nos dimos cuenta, era momento de despedirnos y arriesgarnos a la sesión preboda había sido una de las mejores anécdotas en todo el baile de la organización. La preboda fue clave para vivir después, el civil con toda la conexión que ya conocíamos.


Lu & Guille.