Ellas son Silvi y Sofi. Las conocí hace tres años, en la boda de Andres y Andrea. Silvi es la hermana de Andrea. Hace unos días, me escribió deseando retratos con su hija antes de mi partida para el otro continente. -Y llegó el día que me animé- fueron las palabras que quedaron retumbando en mi cabeza. Porque retratarse es exponerse, y creanme, que no cualquiera puede hacerlo. Exponer su felicidad, su amor, sus emociones, su historia. Gracias Silvi, por permitirme contar una historia de amor de madre e hija. Y gracias, por confiar en mi.