Cuando Jesi y Lean me contactaron y me contaron su idea, los felicité y admiré sin conocerlos. Celebrar su amor de manera íntima, en una ciudad que para ellos es importante y sin que nadie lo sepa, me pareció fiel a ellos y una manera hermosa de celebrar su amor. Fueron un ida y vuelta de mensajes hasta que pudimos conocernos las caras, y fue ahí que entendí cuán importante era para ellos vivirlo así, bien cercano y hecho a medida.
Un paisaje mágico.
Una ceremonia simbólica.
Unas palabras que nacen desde el corazón.
Un poquito -bastante- de viento sureño.
Y su amor.
Solo ellos, y este momento que se permitieron vivir en el que solo el equipo que estuvo detrás de esto fuimos testigos. Y qué emocionante es, que nos confíen algo tan hermoso y nos permitan vivirlo junto a ustedes.
Y creo que contarle a sus favoritos que ya se casaron y ver sus reacciones, debe haber sido el regalo mas lindo para terminar de celebrar de la manera que soñaban.
Los felicito, Jesi y Lean.
Y gracias por permitirme ser parte de esta historia de amor tan genuina.