Estuve pensando por un largo tiempo qué escribir al momento de acompañar este reportaje. Creo que por eso demoré en subirlo. Y sigo sin saber qué exactamente, pero empecemos por algo.

Es el documento visual de una muestra de amor tan grande, y a la misma vez una enseñanza de vida importante en este último tiempo para mi. Dos hermosas personas, Michel y Diego. Paseando por Bariloche unos días. Conociendo el sonido del lago, el reflejo de la nieve en las personas y el frío de las montañas. Su anteúltimo día viajé para allá y los conocí, haciendome pasar por guía frente a los ojos de Michel. Semanas antes, Diego me contactó gracias a un colega y amigo, Fede. El me hizo llegar a través de un simple whatsapp lo importante que era esto para él esta sorpresa. Me mostró fotos de ellos, me contó su intensa historia y me explico detalle a detalle cómo quería que sea. 

Y acá es cuando digo wow, y agradezco mi trabajo. Una autocrítica empezó a correr por mi cabeza desde ese momento y la terminé en el momento de exportar este video. Diego, confió sin saber nada de mi, confió en mi ojo, en el lugar que elegimos para que esto suceda, confió en mi algo tan importante para el. Confió en una completa extraña. Pero ahí es cuando viene mi reflexión: la lógica arruina las emociones que hacen que la vida valga la pena. Y en el momento que presencié esto, después de que ya no tenía ideas de las cuales aferrarme para chamullar (apesto como guía eh) los vi a ellos dos demostrarse tanto amor y llegar hasta donde están.. eso que me causaron mientras estaba detrás de mi cámara, pasó.. siguió de largo como un rayo del sol y entró directo a mi. Me impactó tanto, que no sabía que hacer para no decepcionarlos. Y ahí es cuando decidí ser yo.. y expresar.


Gracias, gracias vida por seguir sembrando amor en las parejas y por no dejar que desaparezca. Y gracias parejas por hacer de cada amor una historia única!